Nuestra alma-espíritu-esencia, viaja en una nave que se llama cuerpo. Este cuerpo tiene todo lo necesario para expresarnos: Con gestos, con palabras, con actitudes, etc. La belleza física es lo que muchas veces atrae y es a la vez subjetiva, pera la belleza no perdura en el tiempo. Lo que si debemos cuidar es esa parte física en condiciones óptimas para mantener también equilibrado el nivel mental y emocional.
En las mañanas, me arreglo para mí, para sentirme bien conmigo mismo. La mejor ropa que tengo no la dejo para una ocasión especial para impresionar una sola vez, la uso hoy mismo para sentirme feliz porque el día de hoy es especial… así deberíamos actuar.
Humanizar y administrar nuestro día a día nos hace sentir más satisfechos. Hay un dicho que dice que “no soy monedita de oro, para caerle bien a todos”, pero es tu actitud quien decide cómo quieres que nos vean las personas. Si tu actitud es de líder positivo, de influenciar tu vida, tu familia, tu equipo de trabajo no debes prestar atención al dicho mencionado.
Si quieres ser exitoso contigo mismo, como hermano, como hijo, como pareja, como profesional, como líder tienes que aprender a escucharte primero a ti mismo. En el fondo sabemos que está bien y que está mal, pero casi siempre actuamos según nuestras vivencias, todos reaccionamos diferente ante algún acto o comentario, la decisión tuya entonces es saber decidir cómo lo llevarás por dentro. Este tipo de decisiones te permite comunicar un mensaje y lo ideal en nuestro caso es que sea un mensaje constructivo y/o positivo, no es lo dice, es cómo dice las cosas…Que gran diferencia!